El coche sucio daña la pintura de tu vehículo.
Parece un tópico o una leyenda urbana, no obstante, se trata de un hecho real y al que no le solemos hacer caso por nuestros malos hábitos.
Los malos hábitos, tales como dejar el vehículo al sol durante mucho tiempo o permitir que la suciedad se acumule pueden provocar un problema serio para la pintura del coche y dañar la carrocería.
Los menos curiosos no le dan importancia al creer que se trata de un problema estético. No obstante, se trata de algo que va un poco más allá ya que afecta directamente al estado general de la chapa y la pintura.
No limpiar el vehículo con regularidad provoca la acumulación de polvo y suciedad, afectando directamente al brillo del vehículo. Por lo tanto, hemos de lavar el vehículo con asiduidad. Se recomienda hacerlo cada tres semanas más o menos y a poder ser de forma manual.
Cuando lavemos el vehículo es importante utilizar productos de limpieza que no sean agresivos ni dañinos para la pintura.
La suciedad no solo puede acumularse por la acumulación de polvo, también por el polen, la resina que sueltan algunos árboles o por los excrementos de los pájaros o los insectos que se quedan pegados en el vehículo.
Por otro lado, la sal que se echa en la carretera en invierno es corrosiva y poco generosa con el cuidado de la pintura de los coches. El barro y la arena que se forma con las nieves o en lugares cercano al campo también tienen un efecto negativo sobre la carrocería.
Por lo tanto, desde Automóviles Dumar recomendamos llevar a cabo una limpieza más regular con productos que sean preventivos con la suciedad, además de respetuosos con el medio ambiente.